Terraza Martínez


TERRAZA MARTÍNEZ. Ctra. Miramar, 38. 08038 – Barcelona. T. 931.066.052

No nos había hablado nadie de Terraza Martínez, no. Nos apareció sin más en el explorador de Instagram y, después de consultar su página web, decidimos hacer reserva para comer un sábado a mediodía, en una de esas escapadas gastronómicas que hacemos, menos veces de las que nos gustaría, a la Ciudad Condal.

EL LOCAL

Este chiringuito de situación envidiable y, dónde al parecer y según sus fotos de Instagram es asiduo de “gente guapa”, tiene vida de día y de noche. Se ha especializado en vermuts y arroces al mediodía, si bien también disponen de carta variada y ofrecen un menú de excelente calidad-precio (Fórmula Martínez) que incluye vermut, entrante y un arroz a escoger, entre alguna de sus diferentes versiones (del Señoret, paella marinera, negro…), con bebida y postre por 40€/pax.

Está ubicado justo al lado del Hotel Miramar, en Montjuïc. Barcelona a tus pies y las mejores vistas de todo el puerto marítimo y el Maremagnum, es lo que se divisa desde allí. Muy cerca dispones de la estación de teleférico que te lleva hasta la Torre de San Sebastián (Playa de la Barceloneta).

Tiene distintas zonas:

  • ­ Terraza exterior: sin grandes vistas ya que da a la parte de la montaña de Montjuïc, se puede tomar algo de picoteo y el ya comentado menú de 40€.
  •  Terraza  interior cubierta: funciona en verano e invierno.
  • Restaurante con zona más “chic”: donde se come a la carta, a través de unas cristaleras enormes y en unas mesas altas, disfrutando de las espectaculares vistas.

Para ser como una especie de chiringuito sorprende su cuidada decoración en la que nada es casual y donde el juego de la luz natural es el gran protagonista.

Dispone de aparcamiento gratuito en el recinto y tardes-noches con sesiones de pinchadiscos variados.

¿QUÉ COMIMOS?

Íbamos con la idea de probar la Fórmula Martínez (40€/pax) pero al hacer la reserva telefónica no nos explicaron que, sino especificabas esto, te reservaban mesa para comer a la carta y eso implica realizarlo en la terraza interior con increíbles vistas. Hicimos un esfuerzo y con mucho «pesar» cogimos la carta y nos decidimos a tomar un arroz. Para amenizar la espera, nos dejamos llevar y acompañaron a nuestro vermut negro (bien presentadito con su oliva y su media luna de naranja cortada y servido en unos vasos  que nos parecieron todo un acierto) las siguientes deliciosas tapas:

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  •  Bravas Martínez: las patatas bravas son un «fijo» en nuestras elecciones y no nos defraudaron. Si un restaurante no tiene las patatas bravas buenas ya empezamos mal, verdad?. Aquí nos parecieron espectaculares, con un toque de lo que creemos era pimiento choricero que les daba un punch muy potente y adictivo.
  • Ensaladilla Rusa: no somos habituales en pedir esta tapa, pero nos aventuramos y…volvimos a triunfar. Muy, muy buena.
  • Tartar de atún: fue la tapa más normal y, ciertamente, algo escasa para el precio en carta.

Las tapas no son abundantes y su precio es algo elevado, probablemente porque estás pagando las vistas y la situación privilegiada pero da gusto comerlas. Así que ya sabes: tu presupuesto manda.

Seguimos luego con un Arroz del Señorito que nos pareció espectacular. Repetimos los dos y seguro hubiéramos tripitido. Abundante en arroz y todo bien limpio, peladito y con el punto de cocción exacto.

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Los camarero/as van impecablemente vestidos y  nos trataron de forma atenta y rápida, lo que siempre se agradece enormemente.

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En nuestra línea habitual, el vino que acompañó a la comida fue un verdejo que no habíamos tenido el placer de catar hasta entonces: Shaya Verdejo. Delicioso y servido en su perfecto punto de frío.

Con el postre a compartir de chocolate y avellana, acabamos la comida haciendo las palmas con las orejas y preparados para bajar en punto muerto hasta el centro de la ciudad.

 

NUESTRO SABOR DE BOCA FUÉ… que pagas calidad, bienestar, vistas y entorno. Y todo eso no es barato, por lo que si vas allí: no hay trampa ni cartón y hay que ir con la idea de a qué vas y qué vas a pagar. El producto es espectacular y el resultado también, con lo que te vas con una sonrisa tonta en la cara y tan a gusto.

SU FUERTE ES…. la localización y, por supuesto, su cocina. Como anécdota explicar que dejamos, al pagar, un pequeño regalo en forma de cd recopilatorio grabado por nosotros. Al cabo de una semana nos llamó la camarera que nos atendió para darnos las gracias y se mostró encantada con la iniciativa. Ahora sólo falta que nos llamen para pinchar algún atardecer de verano, je,je…

ASPECTOS A MEJORAR… aumentar el tamaño de alguna de sus tapas y ampliar un poco más la oferta en los postres. Nos llamó también la atención que durante todo el rato estuvo sonando música. Si bien el volumen era adecuado, la selección musical no nos gustó mucho porque era más para un ambiente nocturno, pero evidentemente es tan solo nuestra opinión.

Total Tíquet: 113,10€

 

2 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Marta Ulldemolins dice:

    Estupenda recomanació, moltes gràcies! Hi vam anar aquest cap de setmana, i us vam fer cas amb l’arròs i la veritat és que va ser espectacular 🙂

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    1. Gràcies, Marta! Ens agrada que us hagi agradat… Kss!!!

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